jueves, 23 de junio de 2011

El inicio de los viajes surreales.



Puede considerarse surreal rolar en una combi azul del año 76 en una ciudad en donde la máxima ambición del ciudadano motorizado es circular a diario?

Probemos otra cosa, qué tal esa misma combi azul, con un par de colchonetas y almohadas por asientos, cargada con un administrador, un ingeniero historiador y un internacionalista matemático, unas cuantas cervezas e invitados eventuales? Qué tal que el objetivo de estos personajes que abordan la combi cada jueves saliendo del trabajo es ir apresurados a visitar algún museo, leer algo de poesía y reflexionar sobre la vida, obra y milagros de propios o extraños?

Les parece lo suficientemente surreal?

Es curioso que la combi cultural haya arrancado (de manera informal, por su puesto) con una visita al Museo de Arte Moderno. Ahí nos encontramos con una muestra pequeñita, pero muy representativa de las obras de aquellas mujeres del surrealismo que vivieron en México. Remedios Varo y Leonora Carrington (quien fallecería poco después de ese viernes) fueron las madrinitas de la combi, disfrutamos de sus sueños expresados en lienzos y metal y dimos inicio a esas tardes en las que todavía no sabemos muy bien qué es lo que pueda pasar. Con surrealismo empezamos, surreales seguimos, caóticos, anárquicos, gozosos de la vida y libres de espíritu.

Desde ese entonces hemos recorrido más asfalto en busca de la cultura que nos ofrenda la gran Tenochtitlán, nos hemos visto acompañados de algunos otros locos, esas historias aún reposan en las puntas de nuestros dedos, esperando a ser tecleadas.