martes, 28 de febrero de 2012

Rita Guerrero

Recuerdo la primer vez que te ví en un cine viejo y casi abandonado sin butacas en el centro lúgubre espacio despejado para vibrar mejor antes de subir lucias concentrada seria y como pensando en todo lo que iba a pasar una vez que la luz del reflector cayera sobre ustedes que nos iban a regalar con su obscuridad que envolvía el escenario adornado con velas y flores en los mástiles de los micrófonos encargados de llevar las notas de sus instrumentos precisos de tu voz prodigiosa.


Tu figura en un vestido que desataba mis ansias tu rostro pálido y hermoso como tus movimientos ondulantes al compás de canciones que se fundieron en mi espíritu alas negras estando aquí no estoy insomnio mírrota labios mojados los sueños.




No recuerdo cuantas veces te ví y hoy se me hacen pocas aunque todas fueron bellas como aquella en el monumento a la revolución donde mojados hasta los huesos esperamos por ti por ustedes y esa otra en la plaza Santo Domingo en donde ensayabas y yo sentía que cantabas solamente para mí y la lucha en donde solidaria seguías cantando aunque la enfermedad te comiera y te alejara cada vez más de nosotros sin que nadie pudiera hacer nada más que tu espíritu que seguía regalándonos esperanza.





Cómo te agradezco tanta lucha y tanto compromiso y tanta belleza y tanto placer y tanta voz y tanta sensualidad y tanta entrega y solidaridad y sentimiento y alma y salud y...? Cómo? Dónde? En qué tiempo? Hasta cuando te volveré a ver? Acaso podré? Y dejar de llorar cada vez que te escucho? no eso no dejar de llorar tu recuerdo no puedo hacerlo ni quiero dejar de hacerlo me dueles tanto y es tan bello.


Sigue en pie nuestro trato el que hice contigo en cada carretera te escucharé.

Eurojazz 2012 / CNA / Del 3 de marzo al 1 de abril / 17:00 horas / Entrada libre



Áreas Verdes del CENARTDel 3 de marzo al 1 de abril
Viernes, sábados y domingos
17:00 horas.

Entrada libre

Francesco Cafiso “Island Blue” Quartet  (Italia)
Sábado 3

Mamatohe (República Checa)
Domingo 4


Herd Trío
(Finlandia)
Sábado 10

Christian Mendoza Group (Bélgica)
Domingo 11


Phil Ware Trio
(Irlanda)
Sábado 17


David Helbock Trío
(Austria)
Domingo 18


Marcin Wasilewski Trío 
(Polonia)
Viernes  23

Underkarl
(Alemania)
Sábado 24
Oddjob (Suecia)
Domingo 25


Trío Kora Project (Francia)
Viernes 30

Marta Sánchez Quartet (España)
Sábado 31

Saskia Laroo (Países Bajos)
Domingo 1
Referencia:

lunes, 27 de febrero de 2012

« Juan José Arreola y su Guardagujas »



 « Yo, señores. Soy de Zapotlán el Grande. Un pueblo que de tan grande nos lo hicieron Ciudad Guzmán hace cien años. Pero nosotro seguimos siendo tan pueblo que todavía le decimos Zapotlán. » J.J.A.
Juan José Arreola Zúñiga nació el 21 de septiembre de 1918 en Zapotlán el Grande y murió el 3 de diciembre de 2001 en Guadalajara, Jalisco. Fue escritor, viajero, periodista, editor, amante del ajedrez, académico y “confabulado” de la literatura.
Ganó premios como :
-          Premio del Festival Dramático del Instituto Nacional de Bellas Artes
-          Premio Xavier Villaurrutia
-          Premio Nacional de Periodismo de México
-          Premio Nacional en Lingüística y Literatura
-          Premio Jalisco de Letras
-          Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo
-          Premio Internacional Alfonso Reyes
-          Premio Ramón López Velarde
-          Premio Daniela Santacruz
Su primer gran obra fue Confabulario, obra que encerrara magia en las letras, traducida con una preferencia por el cuento fantástico o los juegos intelectuales, ricos en humor, paradojas y problemas.
« ¿ Y a quién finalmente le importa si a partir del quinto volumen de estas obras completas o no, todo va a llamarse confabulario total o memoria y olvido? Sólo me gustaría apuntar que confabulados o no, el autor y sus lectores probables sean la misma cosa. Suma y resta entre recuerdos y olvidos, multiplicados por cada uno. » J.J.A
Juan José Arreola amó los textos breves, uso un lenguaje depurado lleno de imágenes, simbolismos y conceptos. Como intelctual no pasó por alto el conocer al líder de la revolución cubana del ’59. Trabajó en el Centro Mexicano de Escritores, junto a Juan Rulfo, Francisco Monterde, Fernando del Paso, Salvador Elizondo o Jaime Sabines. Conoció a J. García Ponce, V. Leñero y E. Lizalde

Con J. García Ponce, V. Leñero y E. Lizalde
Arreola murió a los 83 años en Jalisco. Murió de hidrocefalia.

Su literatura cautivó juegos de palabras e incógnitas apasionantes. Muestra de ello, les dejo aquí El Guardaagujas, cuento encontrado en su Confabulario y que de forma divertida comenzará en nuestra cabeza un juego de incógnitas y de acertijos basados en la cotidianeidad del ser humano.

El Guardagujas
El forastero llegó sin aliento a la estación desierta. Su gran valija, que nadie quiso cargar, le había fatigado en extremo. Se enjugó el rostro con un pañuelo, y con la mano en visera miró los rieles que se perdían en el horizonte. Desalentado y pensativo consultó su reloj: la hora justa en que el tren debía partir.
Alguien, salido de quién sabe dónde, le dio una palmada muy suave. Al volverse el forastero se halló ante un viejecillo de vago aspecto ferrocarrilero. Llevaba en la mano una linterna roja, pero tan pequeña, que parecía de juguete. Miró sonriendo al viajero, que le preguntó con ansiedad:
-Usted perdone, ¿ha salido ya el tren?
-¿Lleva usted poco tiempo en este país?
-Necesito salir inmediatamente. Debo hallarme en T. mañana mismo.
-Se ve que usted ignora las cosas por completo. Lo que debe hacer ahora mismo es buscar alojamiento en la fonda para viajeros -y señaló un extraño edificio ceniciento que más bien parecía un presidio.
-Pero yo no quiero alojarme, sino salir en el tren.
-Alquile usted un cuarto inmediatamente, si es que lo hay. En caso de que pueda conseguirlo, contrátelo por mes, le resultará más barato y recibirá mejor atención.
-¿Está usted loco? Yo debo llegar a T. mañana mismo.
-Francamente, debería abandonarlo a su suerte. Sin embargo, le daré unos informes.
-Por favor...
-Este país es famoso por sus ferrocarriles, como usted sabe. Hasta ahora no ha sido posible organizarlos debidamente, pero se han hecho grandes cosas en lo que se refiere a la publicación de itinerarios y a la expedición de boletos. Las guías ferroviarias abarcan y enlazan todas las poblaciones de la nación; se expenden boletos hasta para las aldeas más pequeñas y remotas. Falta solamente que los convoyes cumplan las indicaciones contenidas en las guías y que pasen efectivamente por las estaciones. Los habitantes del país así lo esperan; mientras tanto, aceptan las irregularidades del servicio y su patriotismo les impide cualquier manifestación de desagrado.
-Pero, ¿hay un tren que pasa por esta ciudad?
-Afirmarlo equivaldría a cometer una inexactitud. Como usted puede darse cuenta, los rieles existen, aunque un tanto averiados. En algunas poblaciones están sencillamente indicados en el suelo mediante dos rayas. Dadas las condiciones actuales, ningún tren tiene la obligación de pasar por aquí, pero nada impide que eso pueda suceder. Yo he visto pasar muchos trenes en mi vida y conocí algunos viajeros que pudieron abordarlos. Si usted espera convenientemente, tal vez yo mismo tenga el honor de ayudarle a subir a un hermoso y confortable vagón.
-¿Me llevará ese tren a T.?
-¿Y por qué se empeña usted en que ha de ser precisamente a T.? Debería darse por satisfecho si pudiera abordarlo. Una vez en el tren, su vida tomará efectivamente un rumbo. ¿Qué importa si ese rumbo no es el de T.?
-Es que yo tengo un boleto en regla para ir a T. Lógicamente, debo ser conducido a ese lugar, ¿no es así?
-Cualquiera diría que usted tiene razón. En la fonda para viajeros podrá usted hablar con personas que han tomado sus precauciones, adquiriendo grandes cantidades de boletos. Por regla general, las gentes previsoras compran pasajes para todos los puntos del país. Hay quien ha gastado en boletos una verdadera fortuna...
-Yo creí que para ir a T. me bastaba un boleto. Mírelo usted...
-El próximo tramo de los ferrocarriles nacionales va a ser construido con el dinero de una sola persona que acaba de gastar su inmenso capital en pasajes de ida y vuelta para un trayecto ferroviario, cuyos planos, que incluyen extensos túneles y puentes, ni siquiera han sido aprobados por los ingenieros de la empresa.
-Pero el tren que pasa por T., ¿ya se encuentra en servicio?
-Y no sólo ése. En realidad, hay muchísimos trenes en la nación, y los viajeros pueden utilizarlos con relativa frecuencia, pero tomando en cuenta que no se trata de un servicio formal y definitivo. En otras palabras, al subir a un tren, nadie espera ser conducido al sitio que desea.
-¿Cómo es eso?
-En su afán de servir a los ciudadanos, la empresa debe recurrir a ciertas medidas desesperadas. Hace circular trenes por lugares intransitables. Esos convoyes expedicionarios emplean a veces varios años en su trayecto, y la vida de los viajeros sufre algunas transformaciones importantes. Los fallecimientos no son raros en tales casos, pero la empresa, que todo lo ha previsto, añade a esos trenes un vagón capilla ardiente y un vagón cementerio. Es motivo de orgullo para los conductores depositar el cadáver de un viajero lujosamente embalsamado en los andenes de la estación que prescribe su boleto. En ocasiones, estos trenes forzados recorren trayectos en que falta uno de los rieles. Todo un lado de los vagones se estremece lamentablemente con los golpes que dan las ruedas sobre los durmientes. Los viajeros de primera -es otra de las previsiones de la empresa- se colocan del lado en que hay riel. Los de segunda padecen los golpes con resignación. Pero hay otros tramos en que faltan ambos rieles, allí los viajeros sufren por igual, hasta que el tren queda totalmente destruido.
-¡Santo Dios!
-Mire usted: la aldea de F. surgió a causa de uno de esos accidentes. El tren fue a dar en un terreno impracticable. Lijadas por la arena, las ruedas se gastaron hasta los ejes. Los viajeros pasaron tanto tiempo, que de las obligadas conversaciones triviales surgieron amistades estrechas. Algunas de esas amistades se transformaron pronto en idilios, y el resultado ha sido F., una aldea progresista llena de niños traviesos que juegan con los vestigios enmohecidos del tren.
-¡Dios mío, yo no estoy hecho para tales aventuras!
-Necesita usted ir templando su ánimo; tal vez llegue usted a convertirse en héroe. No crea que faltan ocasiones para que los viajeros demuestren su valor y sus capacidades de sacrificio. Recientemente, doscientos pasajeros anónimos escribieron una de las páginas más gloriosas en nuestros anales ferroviarios. Sucede que en un viaje de prueba, el maquinista advirtió a tiempo una grave omisión de los constructores de la línea. En la ruta faltaba el puente que debía salvar un abismo. Pues bien, el maquinista, en vez de poner marcha atrás, arengó a los pasajeros y obtuvo de ellos el esfuerzo necesario para seguir adelante. Bajo su enérgica dirección, el tren fue desarmado pieza por pieza y conducido en hombros al otro lado del abismo, que todavía reservaba la sorpresa de contener en su fondo un río caudaloso. El resultado de la hazaña fue tan satisfactorio que la empresa renunció definitivamente a la construcción del puente, conformándose con hacer un atractivo descuento en las tarifas de los pasajeros que se atreven a afrontar esa molestia suplementaria.
-¡Pero yo debo llegar a T. mañana mismo!
-¡Muy bien! Me gusta que no abandone usted su proyecto. Se ve que es usted un hombre de convicciones. Alójese por lo pronto en la fonda y tome el primer tren que pase. Trate de hacerlo cuando menos; mil personas estarán para impedírselo. Al llegar un convoy, los viajeros, irritados por una espera demasiado larga, salen de la fonda en tumulto para invadir ruidosamente la estación. Muchas veces provocan accidentes con su increíble falta de cortesía y de prudencia. En vez de subir ordenadamente se dedican a aplastarse unos a otros; por lo menos, se impiden para siempre el abordaje, y el tren se va dejándolos amotinados en los andenes de la estación. Los viajeros, agotados y furiosos, maldicen su falta de educación, y pasan mucho tiempo insultándose y dándose de golpes.
-¿Y la policía no interviene?
-Se ha intentado organizar un cuerpo de policía en cada estación, pero la imprevisible llegada de los trenes hacía tal servicio inútil y sumamente costoso. Además, los miembros de ese cuerpo demostraron muy pronto su venalidad, dedicándose a proteger la salida exclusiva de pasajeros adinerados que les daban a cambio de esa ayuda todo lo que llevaban encima. Se resolvió entonces el establecimiento de un tipo especial de escuelas, donde los futuros viajeros reciben lecciones de urbanidad y un entrenamiento adecuado. Allí se les enseña la manera correcta de abordar un convoy, aunque esté en movimiento y a gran velocidad. También se les proporciona una especie de armadura para evitar que los demás pasajeros les rompan las costillas.
-Pero una vez en el tren, ¡está uno a cubierto de nuevas contingencias?
-Relativamente. Sólo le recomiendo que se fije muy bien en las estaciones. Podría darse el caso de que creyera haber llegado a T., y sólo fuese una ilusión. Para regular la vida a bordo de los vagones demasiado repletos, la empresa se ve obligada a echar mano de ciertos expedientes. Hay estaciones que son pura apariencia: han sido construidas en plena selva y llevan el nombre de alguna ciudad importante. Pero basta poner un poco de atención para descubrir el engaño. Son como las decoraciones del teatro, y las personas que figuran en ellas están llenas de aserrín. Esos muñecos revelan fácilmente los estragos de la intemperie, pero son a veces una perfecta imagen de la realidad: llevan en el rostro las señales de un cansancio infinito.
-Por fortuna, T. no se halla muy lejos de aquí.
-Pero carecemos por el momento de trenes directos. Sin embargo, no debe excluirse la posibilidad de que usted llegue mañana mismo, tal como desea. La organización de los ferrocarriles, aunque deficiente, no excluye la posibilidad de un viaje sin escalas. Vea usted, hay personas que ni siquiera se han dado cuenta de lo que pasa. Compran un boleto para ir a T. Viene un tren, suben, y al día siguiente oyen que el conductor anuncia: "Hemos llegado a T.". Sin tomar precaución alguna, los viajeros descienden y se hallan efectivamente en T.
-¿Podría yo hacer alguna cosa para facilitar ese resultado?
-Claro que puede usted. Lo que no se sabe es si le servirá de algo. Inténtelo de todas maneras. Suba usted al tren con la idea fija de que va a llegar a T. No trate a ninguno de los pasajeros. Podrán desilusionarlo con sus historias de viaje, y hasta denunciarlo a las autoridades.
-¿Qué está usted diciendo?
En virtud del estado actual de las cosas los trenes viajan llenos de espías. Estos espías, voluntarios en su mayor parte, dedican su vida a fomentar el espíritu constructivo de la empresa. A veces uno no sabe lo que dice y habla sólo por hablar. Pero ellos se dan cuenta en seguida de todos los sentidos que puede tener una frase, por sencilla que sea. Del comentario más inocente saben sacar una opinión culpable. Si usted llegara a cometer la menor imprudencia, sería aprehendido sin más, pasaría el resto de su vida en un vagón cárcel o le obligarían a descender en una falsa estación perdida en la selva. Viaje usted lleno de fe, consuma la menor cantidad posible de alimentos y no ponga los pies en el andén antes de que vea en T. alguna cara conocida.
-Pero yo no conozco en T. a ninguna persona.
-En ese caso redoble usted sus precauciones. Tendrá, se lo aseguro, muchas tentaciones en el camino. Si mira usted por las ventanillas, está expuesto a caer en la trampa de un espejismo. Las ventanillas están provistas de ingeniosos dispositivos que crean toda clase de ilusiones en el ánimo de los pasajeros. No hace falta ser débil para caer en ellas. Ciertos aparatos, operados desde la locomotora, hacen creer, por el ruido y los movimientos, que el tren está en marcha. Sin embargo, el tren permanece detenido semanas enteras, mientras los viajeros ven pasar cautivadores paisajes a través de los cristales.
-¿Y eso qué objeto tiene?
-Todo esto lo hace la empresa con el sano propósito de disminuir la ansiedad de los viajeros y de anular en todo lo posible las sensaciones de traslado. Se aspira a que un día se entreguen plenamente al azar, en manos de una empresa omnipotente, y que ya no les importe saber adónde van ni de dónde vienen.
-Y usted, ¿ha viajado mucho en los trenes?
-Yo, señor, sólo soy guardagujas. A decir verdad, soy un guardagujas jubilado, y sólo aparezco aquí de vez en cuando para recordar los buenos tiempos. No he viajado nunca, ni tengo ganas de hacerlo. Pero los viajeros me cuentan historias. Sé que los trenes han creado muchas poblaciones además de la aldea de F., cuyo origen le he referido. Ocurre a veces que los tripulantes de un tren reciben órdenes misteriosas. Invitan a los pasajeros a que desciendan de los vagones, generalmente con el pretexto de que admiren las bellezas de un determinado lugar. Se les habla de grutas, de cataratas o de ruinas célebres: "Quince minutos para que admiren ustedes la gruta tal o cual", dice amablemente el conductor. Una vez que los viajeros se hallan a cierta distancia, el tren escapa a todo vapor.
-¿Y los viajeros?
Vagan desconcertados de un sitio a otro durante algún tiempo, pero acaban por congregarse y se establecen en colonia. Estas paradas intempestivas se hacen en lugares adecuados, muy lejos de toda civilización y con riquezas naturales suficientes. Allí se abandonan lores selectos, de gente joven, y sobre todo con mujeres abundantes. ¿No le gustaría a usted pasar sus últimos días en un pintoresco lugar desconocido, en compañía de una muchachita?
El viejecillo sonriente hizo un guiño y se quedó mirando al viajero, lleno de bondad y de picardía. En ese momento se oyó un silbido lejano. El guardagujas dio un brinco, y se puso a hacer señales ridículas y desordenadas con su linterna.
-¿Es el tren? -preguntó el forastero.
El anciano echó a correr por la vía, desaforadamente. Cuando estuvo a cierta distancia, se volvió para gritar:
-¡Tiene usted suerte! Mañana llegará a su famosa estación. ¿Cómo dice que se llama?
-¡X! -contestó el viajero.
En ese momento el viejecillo se disolvió en la clara mañana. Pero el punto rojo de la linterna siguió corriendo y saltando entre los rieles, imprudente, al encuentro del tren.
Al fondo del paisaje, la locomotora se acercaba como un ruidoso advenimiento.
FIN
Bibliografía:
ANDERSON IMBERT, E.; 2005; Historia de la literatura hispanoamericana II; Ciudad de México, México; Fondo de Cultura Económica

ARREOLA, J.J.; 2009; Confabulario; Ciudad de México, México; Booket

Arcadio Reyes

viernes, 24 de febrero de 2012

Stones 50 años de lujuría en blues

Es imposible, al hablar de arte recordar a la Mona Lisa de Leonardo, al hablar de literatura pensar en los cien años de soledad de Gabo, Sin duda al hablar de música, vidas desenfrenadas y rock an roll, imposible no recordar a Keith Richards con un cigarrillo en la boca y una botellade Jack Daniels en la mano.

Es así desde siempre lo ha sido, desde que una tarde sombría en Londres, el adolescente Jagger se encontró con su viejo amigo de escuela, Richards, platicaron, se entendieron, les gustaba la misma música y decidieron divertirse en una aventura musical.

Al ptoyecto se le sumo Brian Jones (Mr. Jones de Bob Dylan) Bill Wyman y por supuesto elsiempre caballero Sir. Charly Watts.

Entre penas y sinsabores y orgíad en aviones, concierto masivos con asesinatos, y espectáculos tecnológicos transcurrieron los años, murió el único genialmnte musical pero lamentablemente mortal, amigo de Harrison y de Lennon, Brian Jones, le entraron lo relevos y decidieron de maner unánime que en los últimos tiempos fuera Ron Wood (ex faces de Rod Stewart) quien se ocupar de eso por completo.

Despues Wyman el mas "stone" del grupo,decidió mandar todo al diablo, alegando qu el era el integrante de la band que mas habia eatado con mujeres. Entonce los tres mosqueteros originales, siguen incanzables hasta que la muerte los separe. He aqui un fragmento de una gran entrevista:

"Un día tendré que pagar mi tributo al diablo, como Fausto. Pero por qué voy a dejar de disfrutar del sol de hoy para pensar en las nubes de mañana", señala Jagger en una entrevista que publica la última edición de la edición alemana de la revistaPlayboy.

Añade que, a sus 64 años, "me siento oxidado en cada pausa" entre gira y gira, y comenta que sigue subiendo a los escenarios fundamentalmente "por el público".

"Hace que no puedas aburrirte. Por supuesto que hay días en que piensas: Dios míootra vez un concierto. Es normal. Pero en cuanto subes al escenario y ves cómo la gente responde, lo olvidas. Sólo deseas devolver el sentimiento que ellos irradian".

Asimismo, asegura que "la persona que sube al escenario no es idéntica al Mick Jaggerreal. Si apareciese en una fiesta con mi personalidad del escenario me echarían con cajas destempladas".

De todos modos, subraya que el escenario no crea "adicción", "es mas bien un deseo que viene de la cuna. Igual que algunos siempre quisieron ser médicos yo solo pensaba en ser músico en un escenario".

"Cuando era joven pensaba siempre que si no tenía sexo estaba perdiendo el tiempo. Con la música ha sido parecido. Según iba madurando he ido comprendiendo que todo tiene su lugar en la vida. No me hace falta todas las noches", explica Jagger, que no aclara si se refiere al sexo o a la música.

Igualmente, comenta que ya no es el cantante rebelde de sus inicios, ya que "cuando llevas diez o quince años en el negocio dejas automáticamente de ser subversivo.Aquellos que lo intentan después de tanto tiempo acaban en la nada".

Mick Jagger, que recomienda hacer deporte "sin abusar, porque cansa", a partir de los 30 años, desmitifica también el consumo de drogas, de las que "se sobrevalora sus efectos creativos" y advierte de que "lo peor son los problemas judiciales".

"Cuando en 1967 fuimos protagonistas de una redada no nos pareció nada divertido. De pronto tuvimos que dedicar nuestro tiempo a la policía y no podíamos preocuparnos de la música", reconoce el rockero británico.

Admite también que cuando comenzaron su carrera nunca se le hubiera ocurrido pensar que durase tanto: "no estaba seguro de que hubiese suficiente trabajo para nosotros. Funcionas uno o dos años y luego nadie se interesa por ti. Pero tuvimos éxitoy por ello nunca ha habido motivos para dejarlo".

Finalmente, revela que su euforia sobre el escenario no es comparable a un orgasmo, sino "otra cosa. Hay momentos de pura felicidad, algo así como una experiencia trascendental. He hablado con cantantes de coro de iglesia que reconocen que hay momentos en que no saben donde están. A mi me pasa a veces lo mismo.

martes, 21 de febrero de 2012

Jorge Ibargüengoitia. El humor no es negro para no parecer racista.

Jorge nació en Cuévano en 1928. Su madre lo llevó a vivir a la capital del país después de que su padre falleciera cuando él tenía 8 meses. Con su abuelo como figura paterna y su madre y sus tías creció en los años 30's y 40's del México post-revolucionario. Las mujeres de su casa querían que fuera un ingeniero que las sacara de la relativa "pobreza" en la cual vivían y hacia allá iba Jorge, pero a dos años de recibirse, optó por dedicarse a las letras.


Compuso obras de teatro y ganó varias becas y cuando las becas terminaron se acabó la diversión, vivió a duras penas lleno de deudas y trabajando en lo que se podía hasta que optó por escribir novelas y cuentos cortos. Esta actividad le consiguió varios premios y a nosotros horas interminables de un humor ácido y hermoso.


Jorge es uno de mis favoritos. Lo primero que leí de él fue "Los relámpagos de agosto" y casi muero de la risa. No solamente por los diálogos y las situaciones cómicas que abundan en sus páginas, pero también por la burla tan bien hecha a muchos de los personajes de finales de la revolución mexicana.


Con los relámpagos quedé enganchado, siguieron: Los pasos de López, Dos crímenes, Las muertas, Maten al León, La ley de Herodes, Estas ruinas que ves, Instrucciones para vivir en México y otras tantas recopilaciones de sus artículos en diarios y revistas.


Si quieres saber de literatura mexicana, Jorge es imprescindible. Aquí te dejo un ensayito, escrito en 1972. Jorge falleció en 1982, en un accidente de avión.





TECNOLOGÍA MEXICANA
Evolución del taco y de la torta compuesta

Uno de los mas importantes inventores que ha habido en la historia del Distrito Federal es el gran tortero Armando, inventor de las tortas que llevan su nombre. Su importancia en la evolucion alimenticia de los mexicanos es tal que ya nadie se acuerda de como eran las tortas antes de Armando.

Segun la leyenda, la carrera de armando culmino en una mision diplomatica. Dicen que con motivo de algun suceso espectacular: el centenario de la consumacion de la Independencia o la firma de algun tratado, se decidio que la embajada de Mexico en Francia diera un fieston, y para atender debidamente al cuerpo diplomatico y a los funcionarios del Gobierno, Armando viajo a Francia, en barco, con un canasto de aguacates.

La torta de armando es una creacion barroca en la que intervienen aproximadamente veinticinco elementos —entre los que se cuentan el filo del cuchillo y la habilidad del operador para rebanar la lechuga—en un orden riguroso. Si se altera el orden —por ejemplo, si se pone primero el chipotle y despues el queso— o si la calidad de alguno de los elementos falla —que el aguacate sea pagua— lo que se come uno, en vez de ser es torta compuesta, es un desastre.

Las tortas de Armando estaban hechas con carnes que a nadie le gustan ahora —lengua, galantina, queso de puerco— y se debian comer acompanadas de un vaso chicha y de encurtidos en vinagre, de los que habia amplia provision en cada mesa, y que consumidos en abundancia provocaron la extrema uncion de cuando menos un cliente, que yo sepa. 

Conviene agregar que el cliente se recupero y que vivio cuarenta anos mas, que empleo en narrar su proeza y repetirla varias veces.

La torta de Armando es clasica, y como tal, paso a la historia. En lo complicado de su concepcion, en la variedad de los elementos que intervienen al hacerla y en la pericia necesaria para elaborarla, estaban las semillas de su muerte. La torta de Armando no pudo adaptarse a las necesidades de la vida moderna ni a las condiciones del mercado, y fue sustituida por algo mucho mas practico: la torta caliente de pavo, que es otro invento genial.

La torta caliente de pavo deslumbra por su sencillez. No tiene mas que rebanadas de pavo asado y guacamole. La tapa de la telera va mojada en la salsa del pavo. Esta torta tuvo su apogeo en la epoca de Aleman y es coetanea del principio de nuestra industrializacion y con la idea —desechada hoy en dia— de que el guajolote es el animal mas suculento.

La torta de pavo caliente a su vez, fue sustituida por la torta caliente de pierna —que empezo a tomar impulso a fines del periodo de Ruiz Cortines, y llego a su apogeo en la epoca de Lopez Mateos—. No se diferencia de la anterior mas que en el animal del que proviene la carne de que esta hecha.

La torta de pierna tiene aceptacion todavia en la actualidad, pero es evidente que va de salida.
Al estudiar la evolucion anterior, se puede prever que la proxima mutacion implicara un cambio de animal, probablemente hacia uno mas grande —del guajolote al puerco y del puerco a la res— y una simplificacion en la fabricacion de la torta. Es decir, que la torta del futuro es el pepito.

Un dia, cuando yo era niño, llego mi abuelo a la casa y mientras se quitaba los guantes anuncio con cierta solemnidad que acababa de ver, en la esquina de 16 de Septiembre y San Juan de Letran a unos hombres que vendian tacos que estaban envueltos en un "jorongo colorado".

—Me comi tres y no estan mal —dijo.

La introduccion en el mercado de los tacos sudados constituye uno de los momentos culminantes de la tecnologia mexicana comparable en importancia a la invencion de la tortilladora automatica o a la creacion del primer taco al pastor. El taco sudado es el Volkswagen de los tacos: algo practico, bueno y economico. Entre que pide uno los tacos y se limpia uno la boca satisfecho, no tienen por que haber pasado mas de cinco minutos. Se conservaron en primera linea durante seis periodos presidenciales y si han caido ultimamente en desuso se debe unicamente a la idea, neurotica pero en boga, de que: Todo alimento que no se elabora en presencia del cliente es venenoso.

En lo que respecta a los tacos al carbon, cabe decir lo siguiente: es una lastima que el mexicano haya necesitado cuatrocientos anos para darse cuenta de que tambien de carne de res se pueden hacer tacos y que este descubrimiento haya ocurrido en la epoca en que nuestra riqueza forestal daba las ultimas boqueadas. Tecnologicamente son un retroceso. Fracaso de la tecnica, pero triunfo de la mercadotecnia. Algo inventado para aumentar los precios haciendole creer al cliente que esta comiendo regalado.

—!Hombre, un bistec y dos tortillas por tres pesos! . Qué mas puede uno pedir?

Nadie le advierte que puede comerse ocho sin sentirse satisfecho. (3-10-72)



lunes, 20 de febrero de 2012

"Los narcocorridos, softpower del Narcotráfico" por Ana Luisa





Introducción


Joseph Nye fue el creador del término “Soft Power “o poder blando en la política internacional, este término se refiere a “la habilidad de un actor político  para influenciar indirectamente el comportamiento o intereses de otro actor o actores a través de medios culturales e ideológicos mientras afirma que con  el uso de la atracción y la persuasión, en lugar de la coerción o Hard Power, se pueden  conseguir los resultados deseados en política exterior” (Nye 2004).

Basándose en esta premisa, el siguiente texto tratará de ubicar el “Soft Power” en un ámbito más local. Los narcocorridos han sido parte fundamental de la llamada narco cultura y de cómo ésta ha logrado integrarse en la sociedad mexicana como una ideología dominante en algunas regiones de nuestro territorio.

Asimismo, el papel que tienen los narcocorridos al informar a la sociedad del mundo místico del narcotráfico,  la atracción que ejerce el narcotráfico  por medio de las hazañas contadas en los narcocorridos y el cómo por medio de los narcocorridos se han glorificado las actividades del narcotráfico y el poder de la droga.

Breve Historia de los Corridos

Para comprender la importancia de los corridos y narcocorridos en la cultura mexicana es esencial hablar un poco de su historia y de su evolución hasta la actualidad. La música es parte fundamental de la creación de una identidad nacional, generalmente los individuos usan la música para expresar sentimientos y externar sus intereses y preocupaciones. Fácilmente se puede relacionar a toda una cultura con un tipo de música en específico. Los corridos nacieron en el norte de México, concretamente en el área fronteriza, entre los campesinos y las personas de los estratos más bajos de la sociedad.

 Durante el porfiriato y  la Revolución mexicana los corridos hacían cuenta de las injusticias sociales a las que eran sometidos estos campesinos, obreros y peones. Los corridos se convirtieron en un tipo de diario sonoro que desenmascaraba la situación a la que estaban sometidos los pobres del país, quienes clamaban justicia y un nuevo gobierno. Estos corridos eran inventados por las personas para denunciar su situación y se fueron haciendo populares en toda la región norte para después extenderse a todo el territorio mexicano.

Desde  ese entonces, el corrido no sólo ha servido como una herramienta de denuncia social, sino que también ha engrandecido actividades ilegales. En las décadas de 1910 y 1920 se hizo muy popular el corrido del bandolero social, que contaba las hazañas de aquellos individuos que muy al estilo de Robin Hood robaban a los ricos para ayudar a los pobres, o que cometían actos ilegales escudándose en la incompetencia gubernamental para proteger a los más desfavorecidos. Este tipo de bandoleros se convirtieron entonces en héroes de los pobladores más pobres del país y tanto ellos como sus delitos fueron inmortalizados en los llamados corridos. Un ejemplo de este tipo de corrido es el siguiente verso de la época de la revolución mexicana.

Me llaman el bandolero

porque la ley quebranté

pero la ley es del rico

y por eso la violé.[i]

Posteriormente con el incremento de la emigración mexicana hacia los Estados Unidos, el corrido tomó otro enfoque en el cual el campesino y el pobre que no encontraron oportunidades en su país, por medio del corrido describían su situación como ilegales en el vecino país del norte, así como de sus penurias y la nostalgia que les ocasionaba pensar en el país al que muchas veces jamás volverían a ver.

Qué suerte la del bracero                             No me condenen

qué suerte fea e ingrata                                por dejar así mi tierra

pizcar en el extranjero                                   la culpa es de la pobreza

queriendo estar en la patria.[ii]                        y de la necesidad.[iii]



Por supuesto en los corridos no podría quedar afuera una de las figuras más importantes de la cultura mexicana, la mujer; corridos se hicieron honrando a esa figura incondicional y de eterno amor que es la madre, así como  a la mala mujer que traiciona al hombre y lo hace sufrir. Esta dualidad de sentimientos ante el mismo ser pueden ejemplificarse en estos dos versos:

Pobrecita de mi madre                        Ya las Margaritas

¡Ah! Qué suerte le ha tocado               hablan el inglés

En las puertas de la cárcel                  les dices te quiero

Lágrimas se le han rodado.[iv]               Y te responden yes (…)

                                                           Sólo las mujeres tienen corazón

                                                           Para hacer alianza,

                                                            Con esta nación.[v]

Cuando el narcotráfico se convirtió en una actividad importante,  –económica  e ideológicamente- se comenzaron a hacer corridos contando sobre las anécdotas y los personajes más importantes del narcotráfico en el país. La canción que le dio vida a este género ahora conocido como Narcocorrido fue la de “Contrabando y Traición” escrita por los Tigres del Norte. Esta canción no sólo fue el despunte de la carrera de la banda sino de toda una nuevo género musical con miles de adeptos y de nuevas agrupaciones.

Salieron de San Isidro,                                                  Ya pólvora trae mi sangre
procedentes de Tijuana,                                                no puedo vivir sin armas
traían las llantas del carro                                             ya no me puedo salir
repletas de hierba mala,                                                aunque a veces me dan ganas
eran Emilio Varela,                                                        ni modo, este es mi ramo
y Camelia, la Texana[vi]                                                  a donde voy que más valga.[vii]

Como se puede observar en esta breve historia, los corridos fueron evolucionando según las problemáticas sociales que iban surgiendo en el país, al ir tomando importancia en la sociedad como un actor  influyente, las actividades del narco se fueron documentando informalmente en los ahora llamados narcocorridos.                                          

    

Los narcocorridos como creadores de un nuevo código moral

Sabiendo los constantes peligros que conlleva la vida dentro del negocio de las drogas, la mayoría de la gente podría pensar que no es una empresa muy atrayente. Sin embargo, el negocio aumenta conforme crece la demanda y así se reclutan más personas para trabajar dentro del mismo, personas que con el deseo de salir de la pobreza, en un país cuyo sistema no hace nada por “los de abajo”. Esta esperanza, difícilmente comprendida por las clases media y alta de nuestro país, es la que lleva a familias enteras a dedicarse a este negocio. Como podemos apreciar en el siguiente narcocorrido, el temor a la pobreza es mucho mayor que las amenazas diarias de este estilo de vida. Se ha creado así un código moral que  acepta asesinatos, robos, violaciones, etc. Con el objetivo del mejoramiento de la “calidad de vida”.

El que persevera alcanza

Esto lo supe hace tiempo

Hoy tengo lo que yo quiero

Aunque me sigue el gobierno

Pero eso no me preocupa

Ser pobre si me da miedo[viii]

En este verso podemos observar que a pesar de hablar de actividades ilegales, éstas se justifican con el rechazo a volver a una vida de marginación. La pobreza es así uno de los grandes detonantes de este nuevo código moral, en el cual el dinero es la única forma de exigir y recibir respeto, así como alcanzar estatus de poder, que de otra forma sería imposible. El respeto, el poder y la capacidad de consumo se convierten entonces en la base de este código, mediante el cual se gana el reconocimiento de la sociedad.

Sé que un día pueden matarme             Ahora tiene dinero de sobra

pero ser pobre no quiero                        por costales le pagaban al mes.

como te miran, te tratan                         Todos le dicen el centenario

el mundo es convenenciero,                  por la joya que brilla en su pecho.

no se te ven los defectos                       Ahora todos lo ven diferente

si eres hombre de dinero.[ix]                    se acabaron todos sus desprecios.[x]

Gracias a los narcocorridos no sólo la sociedad está expuesta a los códigos morales externos del narcotráfico sino también a un código moral interno, que incluye valores  aplaudidos generalmente como la lealtad, el valor y el respeto. La traición y la separación son generalmente pagados con la vida, son reglas implícitas desde adentro de las organizaciones del narcotráfico. Quien viole estos códigos será castigado así sea un gran capo de la mafia.

Disfrutó de su dinero                               La pobreza lo llevó

Por vario tiempo se dijo                           a escoger este camino

Quiso dejar a la mafia                             con su valor el cambió

Porque ya era poderoso                         su miserable destino

¡Ay! Venían ya los problemas                 primero era el ahijado

´taba violando el negocio.[xi]                    y ahora él es el padrino.[xii]



Los códigos morales del narcotráfico han permeado en la sociedad gracias a la influencia de los narcocorridos en la cultura popular mexicana. Tanto los códigos internos como los externos han ensalzado valores comunes y antivalores dependiendo si la relación es hacia adentro o afuera de la organización. La sociedad se ve atraída a estos códigos, en especial los hombres. Valores como la valentía, el respeto y la lealtad han sido relacionados con la hombría. Desde esta perspectiva, seguir estos valores los hace más hombres ante la organización, su comunidad y ante ellos mismos.

Los antivalores entonces se convierten  en la base para poder hacer cualquier cosa que se desee en una sociedad donde el narcotráfico está ligado profundamente con las altas cúpulas gubernamentales. Hombría y poder, bases y a la vez objetivos del machismo mexicano convierten a esta actividad en un gran imán para los hombres mayormente. Sin embargo los casos de mujeres como la Reina del Pacífico son aislados y excepcionales.

Estos códigos morales tanto externos como internos, le dan al narcotráfico una especie de legitimización, primero  ante la sociedad, quienes justifican la actividad por el contexto de la pobreza y la opresión del sistema mexicano y después ante la organización misma que valora la lealtad, el respeto y la valentía para subir escaños dentro de la misma.

El Soft Power y los narcocorridos

Como se ha visto hasta el momento, los narcocorridos han servido en la sociedad mexicana como una fuente de información sobre el mundo del narco, sin embargo uno de sus efectos secundarios es la glorificación de actos ilegales lo que ha  influido en la sociedad mexicana, especialmente en los jóvenes, con un tipo de “poder blando” que ha trabajado, quizá sin saberlo en deidificar al narcotraficante y el narcotráfico.

Se podría pensar que los narcocorridos no son herramientas de poder blando de los narcotraficantes, ya que ellos no los escriben, y la mayoría de las bandas musicales que componen narcocorridos niegan vehementemente estar relacionadas con el narcotráfico ó los jefes de los carteles, sino que se consideran más bien cronistas de lo que pasa en la realidad mexicana.  Aún así hay fuentes que aseguran que los mismos jefes de los carteles entregan fuertes sumas para que  alguna banda componga alguna  canción que documentara sus crímenes. En su libro  “Narcocorrido”, Elijah Wald, asegura que “lo primero que un traficante hacía tras una operación exitosa, era contratar a alguien que escribiera sobre su hazaña”. Esto no es muy difícil de creer tomando en cuenta el capital con el que cuentan los carteles, así como el poder que ejercen los narcocorridos tanto para la aceptación de la sociedad a la actividad así como para reclutar a nuevos miembros.

Relacionados o no, es seguro decir que los narcocorridos han creado en la sociedad una especie de aceptación hacia las actividades ilegales que el narcotráfico requiere. Los jóvenes de los estratos más bajos se ven atraídos por este modus vivendi, en donde el dinero y el consumismo son el pan de cada día.

Para cuando llegue al  baile

ya está la mesa servida

cerveza, vino y mujeres

y un papelito en la esquina

para escuchar mis corridos

esas son mis vitaminas[xiii]

Esta aceptación e idealización del narcotráfico como actividad redituable y deseada ha llegado a todos los estratos sociales del país. Un término para clasificar a las personas que están totalmente sumergidas  en la narco cultura son los buchones.

“Buchón, en la jerga sinaloense, es aquel habitante de la sierra que se hace millonario por sembrar, empaquetar y traficar mariguana y goma de opio. Se les empezó a llamar así porque en esos lugares el agua es una infamia. Entonces, después de beberla durante años, a muchos pobladores se les hinchó el cuello. La gente compara el cuello de estas personas con el buche de los animales, se los llamó simplemente buchones. Después el tiempo hizo su parte: manoseó el concepto y ahora a todo aquel que se dedica al narco y se viste de modo extravagante se le dice buchón” (Almazán 2007).

Pero el concepto también se ha tomado para describir a todo este movimiento de la glorificación de la vida del narcotráfico. El pseudo buchón; para poder diferenciarlo del buchón narco, es aquella persona que escucha corridos, le reza a Malverde, compra Buchanan´s  y se llena de joyas ostentosas, para poder sentir por lo menos un momento, la vida del narcotraficante. El ser buchón es una ideología bastante promocionada por los narcocorridos, de la cual sobre todo los  jóvenes ricos pueden hacer alarde puesto que tienen el dinero para vivir este estilo de vida sin necesidad de entrarle directamente al negocio.

Los narcocorridos y su influencia ideológica han permeado a todas las clases media y alta de la sociedad, alcanzando niveles de popularidad jamás antes vistos y con ellos haciendo popular también la vida del narcotraficante. Muchos jóvenes en la actualidad han dejado los deseos de ser médicos o abogados por la seducción del poder y el dinero que ofrece el narcotráfico.

Aunado a los beneficios que los narcocorridos tienen para el narco mencionados anteriormente, hay otro mucho más preocupante, la exaltación del uso de la droga y de sus efectos como expresión del placer puro y de vivir la vida al día, puesto aquellos que se dedican al narcotráfico saben que nada les asegura la vida para mañana.

Me gusta darle al perico                        No se me agüite compita

Es muy bonito este ambiente                que ahora vamos a alegrarnos

Porque andas en estos jales                  y ese mi exterminador

Ni modo que no los pruebes                  aviente la nariz de a gramo

para quitarme este sueño                      A´y le va la bolsa compa´

que venga mi blanca nieve.[xiv]               Y póngase un pericazo[xv]



Con todos estos ejemplos del poder ideológico que ejerce el narcocorrido en la sociedad, es fácil comprender porque se puede relacionar con el “Soft Power “de Nye, los narcotraficantes son un actor político, la música es un medio ideológico y los narcocorridos son la herramienta de adoctrinamiento perfecta. Esta combinación ha permitido al narcotráfico influenciar a la sociedad, al cambiar su percepción acerca de la una actividad que anteriormente era vista como lo peor. La atracción, que es una de las herramientas principales en el uso del “Soft Power” también entra dentro de los narcocorridos, pues estos al exaltar los beneficios económicos y sociales que se obtienen por entrarle al mundo de la droga funcionan como un imán hacia la mente de la sociedad que está inmersa en un mundo que exige tener más para ser más.


Conclusión

Definitivamente la música  puede ayudarnos para describir una identidad nacional, así como por el tipo de música que se escucha la gente se une y forma grupos de identidad local. La música es una muy buena manera de llegar a una gran cantidad de individuos con cualquier tipo de mensaje. Es por esto que la música puede ser usada como una herramienta de gran utilidad en el “Soft Power”. En el caso de los narcocorridos la música ha funcionado perfectamente para acercar a la sociedad los pormenores y gozos de la realidad del narcotraficante.

Desde los buchones que hacen del narcocorrido su música predilecta, hasta las personas que como yo sólo los han escuchado y les parecen graciosos, unos tomándolos como un ideal de vida y otros tomándolos como una forma de chiste o parodia, todos hemos fallado en analizar la importancia que tiene la popularidad de los narcocorridos para cambiar la concepción de una actividad primordial en el país tanto por su peso político como por las olas de violencia que desata.

El tema de los narcocorridos debería ser más seriamente analizado. Por supuesto que es imposible prohibir los corridos ya que se estaría atentando contra la libre expresión y la identidad musical de toda una región e incluso del país. Sin embargo se debe tomar en cuenta que los mayores admiradores de este tipo de música y de la narco cultura, siguen siendo los jóvenes de las clases sociales más bajas, el escuchar esta música que ensalza el poder, el dinero y el consumismo, atrae fuertemente a estos jóvenes que de otra manera les sería extremadamente difícil y casi imposible lograr estos ideales dentro de un sistema como el nuestro.

El hecho de que el narcotráfico se esté convirtiendo en una actividad socialmente aceptable tiene mucho que ver con esta visión que han generado los narcocorridos. Sin embargo también tiene que ver en el contexto en el que está sumergida la sociedad. Una sociedad débil de valores que encuentra los únicos gozos en el dinero, el poder y el tener, es fácilmente manipulable a través de los sueños de grandeza que se reflejan en la vida de del narcotraficante.  El “soft power”  difícilmente funciona en sociedades que tienen una fuerte identidad y código de valores, pues no son tan permeables a las ideologías externas.

El hecho de que los narcocorridos estén triunfando y contribuyendo a crear una imagen idealizada del narcotráfico, no es culpa directa de estos, sino más bien deberíamos de reflexionar en el tipo de sociedad en el que estamos sumergidos  y cuestionarnos la manera en que un simple género musical puede causar tanto impacto en algunos  como para hacer de una actividad ilegal y tremendamente peligrosa su estilo de vida. Dudo mucho que si la sociedad mexicana estuviera basada en otros tipos de valores, los narcocorridos tendrían tal influencia y serían lo que esencialmente eran, una forma de reflejar la vida diaria de la población.


Bibliografía



Nye Jr Joseph S. Soft Power: The Means to Success in World Politics. Estados Unidos.  Public Affairs.2004

Valenzuela Arce, José Manuel. (2002) Jefe de Jefes. México: Plaza & Janés : Raya en el Agua, 2002. 346 Pp.

Otras Fuentes



BBC Mundo. Hazañas narco con ritmo norteño. Valeria Perasso. Disponible en: http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/specials/2008/narcomexico/newsid_7619000/7619783.stm. Consultado por última vez el 19 de noviembre del 2008.

Eme-Equis. Un buchón no se retira, sólo hace pausas. Alejandro Almazán Disponible en : http://www.eme-equis.com.mx/065MXBUCHONES.html. Consultado por última vez el 20 de noviembre del 2008.









[i] Yo no mato por matar, corrido popular
[ii] Por el puente, corrido popular
[iii] Corrido del deportado.
[iv] Los Bootleggers, corrido popular.
[v] Corrido de las americanas.
[vi] Los Tigres del Norte. La traición y el contrabando.
[vii] Los Tucanes de Tijuana. Corrido el Primo.
[viii] Los Tucanes de Tijuana. El ojo de agua.
[ix] Los Tucanes de Tijuana. El hijo de la Mafia.
[x] Los Tucanes de Tijuana. El centenario.
[xi] Los Canelos. El desaparecido
[xii] Los Tucanes de Tijuana. El chaca.
[xiii] Los Tucanes de Tijuana. La mesa servida
[xiv] Los Razos. Negocios Prohibidos.
[xv] Grupo Exterminador. Los dos compas